martes, 13 de octubre de 2009

GTO

Te das cuenta de que el hecho de que tenga planes a futuro te vuelve loca. Él pone su lengua en tu oreja y su mano en tu pierna, cerca de tu entrepierna. Te dice que escribe sus propias canciones (quizás algún día escriba una sobre tus ojos marrones), de repente vos también tenés un plan: vas a ser la chica de sus canciones.
Ese trabajo va a requerir que simplemente resaltes y satisfagas sus necesidades. Eso es fácil, porque nunca supiesta ni siquiera cuales eran tus propias necesidades pero resaltar es algo que dominás a la perfección.




Tratas de acordarte de la ultima vez que te pregunto algo sobre vos. El hijo de puta ni siquiera sabe tu apellido, nunca te compro una hamburguesa ni te llamo a tu casa. Es verdad, vos le pediste que no lo haga pero el forro lo único que esperaba de vos era verte sentada viéndolo tocar. Ni siquiera sabe de tu dolor de garganta o que tu mama estuvo llorando mas de lo habitual. El hijo de puta ni siquiera escribió esa canción sobre tus ojos, que ahora chorrean rimmel por tus mejillas como los de Alice Cooper.

Querés estar en una canción, pero no en esa. Lo ultimo que querías era ser esa chica que llora borracha en los baños públicos porque nadie escribe sobre ella.



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